Sahagún y Grajal de campos
Arrancamos y nos dirigimos al parking que nos había indicado google muy amablemente, en el que supuestamente había "servicios mínimos" para caravanas... Google, no te lo crees ni tú, allí no hay literalmente nada, es el aparcamiento de un polideportivo, se encuentra Aquí
frente al parking hay un bonito jardín/parque, con mesas, arboles, papeleras, pero ni una puñetera fuente...
cruzando el puente que hay por el lado opuesto, hay otro parque, con arboles, columpios, flores, mesas... pero ni una fuente, no sé de que viven los Leoneses fuera de casa, porque parece que los ayuntamientos no tienen para fuentes, carayo.
Bueno, nos montamos nuestro pequeño campamento, he hicimos algo de cenar y un par de cafés mientras se hinchaba la cama, y la acomodábamos para pasar la noche... la primera noche en nuestro nidito portátil. Jajajaja.
Súper mal... jajajajajajajajajajajajajaja, a Iván le daba la sensación de que la cama estaba muy hinchada, encima no teníamos almohadas... un poco así a lo, ¡viva la virgen! , Iván olvidó en Cardeo su megachachipiruli linterna, que te vale pa poner en la frente y pa hacer una lamparita que te cagas de guay, por suerte yo había comprado un farol en el tedy porque me había hecho gracia y de algo nos sirvió.
Aunque no da la luz muy bien, a ver, da luz, si, pero es como molesta, y no alumbra mucho radio, es como si solo alumbrase a unos centímetros alrededor de ella, pero bueno, como solo teníamos eso, pues eso usamos.
Tras cenar y hablar un ratin, nos metimos a la cama, pusimos un poco netflix en la tablet y nos quedamos K.O, al menos yo, Iván durmió algo peor, pero yo dormí en la gloria... como se nota que soy pobre, que poco más poco exigente yo... Jajajajajajaja.
La verdad la cama para ser dentro de un coche, a mí me parece que quedó estupendamente, ela aquí:
Por la mañana nos despertamos y hacía un día...pero un díaaaaa, un solazo de la leche, fuimos de nuevo en busca de agua... nada ni una gota.
Hicimos café y fuimos a desayunar a las mesitas que había pasando el puente, por cierto os conté ya que la noche anterior cuando íbamos en busca del agua perdida encontramos un sapo?, bueno más bien casi piso un sapo... yo quería tocarlo pero Iván no me dejó, así que le hice unas fotos.
Tomamos el café tranquilamente mientras nos despertábamos y después nos pusimos en marcha para conocer Sahagún.
Ya entrando en el pueblo nos impresionó el puente, de piedra, muy antiguo y sobre todo muy bonito. A la entrada también había un poyete con una cruz.
Subimos una cuestina que nos llevó a unas señales, que nos indicaban una iglesia, un monasterio, fuimos dirección a la iglesia, al llegar a la entrada primera faena, resulta que había una exposición de no se que demonios, que a nosotros ni nos iba ni nos venía y había que pagar entrada, pero bueno, vamos a ver, si yo solo quiero ver la iglesia, no me interesa la exposición, de verdad me dices que no puedo entrar a ver la iglesia sin tener que pagar por la expo? pues sí... y como no me daba la gana de pagar una exposición que no quería ver, pues no entré, punto final.
Nos dirigimos a las iglesias que la chica muy amablemente nos había indicado que no tenían exposición, fuimos admirando las casas y las calles, todo en Sahagún es antiquísimo, una verdadera maravilla, una gozada para la vista.
Estaban en fiestas e iban a hacer encierros de vaquillas, así que había zonas cortadas y la mayoría de las calles tenían vallas. Pero bueno ver pudimos ver todo bien.
La primera parada la hicimos en la ermita de San Juan de Sahagún, por algún motivo estaba cerrada y no pudimos acceder.
Nos fuimos a la Iglesia de San Lorenzo de estilo románico-mudéjar, esa no tenía exposición, además es preciosa, tiene un torreón y un pórtico maravilloso.
Mientras nos poníamos a sacarle fotos, se nos acercó un señor muy agradable, Pablo es su nombre, nos explicó, que el torreón tenía diferentes tipos de ventana, unas más redondas y otras más picudas, porque se habían hecho dos construcciones, no databa todo de la misma época. Además nos informó también de que no íbamos a poder entrar a visitar la iglesia porque se celebraría un entierro allí a las 12 y eran como menos cuarto, pero que él había ido primero para ir avisando a los coches, porque una calle estaba cortada y subían y bajaban todos por el mismo sitio, no fuese a haber un accidente, además nos dijo que esperaba a su hijo... y nos suelta, es actor, igual lo conocéis. yo pensé buff a saber porque pelis españolas no veo muchas... pero cuando dijo Carmelo Gómez se me abrió la boca hasta el suelo. Yo no he visto mucho de él por que me pilla un poco joven pero si que he visto alguna como Bajarse al moro, la casa de mi padre, Agallas, la noche de los girasoles... la verdad es que no se como será el hijo, pero el padre es un encanto, súper agradable, muy amistoso y simpático! nos encantó poder compartir un ratito con él.
Como no podíamos entrar en la iglesia, porque no queríamos molestar, entramos en la capilla de Jesús que está ubicada justo al lado, pensábamos que íbamos a encontrar una capilla normal pero no.
Nada más traspasar la puerta comenzamos a ver un montón de Pasos de semana santa, pertenecientes a la cofradía de Jesús Nazareno y Patrocinio de José. Había todo tipo de aperos de semana santa, corona de espinas, tambores, trajes de nazareno, y perteneciente a la propia capilla, unas tallas espectaculares. La verdad es que flipamos una capilla tan pequeña con tantas obras de arte juntas.
Al salir, hablamos un poco con los chicos que estaban allí para informar, muy simpáticos y muy agradables, nos dieron información sobre todo lo que habíamos visto y el chaval con la ayuda de un mapa nos indicó donde podíamos ir después.
Así que nos encaminamos hacia donde nos había indicado, primero pasamos por la plaza mayor donde encontramos un kiosko de música súper bien conservado, hacía mucho que no veía uno y una fuente muy chula con una cabeza de león.
Tranquilamente llegamos a la iglesia de San Tirso, una iglesia de estilo mudéjar, que está ubicada donde antes se encontraba el inicio del Monasterio de San Benito, allí se encuentran también las ruinas del monasterio de San Facundo y San Primitivo.
Pasamos por la puerta de San Benito, impresionante, enorme y muy muy bonito y por la torre del reloj que aún queda en pie, al parecer tenía una gemela pero solo sobrevivió esta, que fue donde se ubicó el reloj del pueblo.
Salimos de Sahagún por la CL-613, tardamos unos 10 minutos en llegar.
Llegamos a Grajal de Campos hacia las 13:30, ya vimos el castillo desde la carretera, era impresionante, pena que hay que pedir cita previa para poder visitar estos sitios y además tienen horarios, a las 11:00 y a las 17:00 y no sabíamos que hacer allí 4 horas, así que solo los pudimos ver por fuera, aunque pensamos volver y verlos por dentro, de todos modos en el exterior de los edificios hay unos códigos QR donde te dan la información básica de cada uno de ellos.
Si te acercas por Grajal de Campos y quieres verlos por dentro, debes concertar una cita, puedes hacerlo a través de su Web de Grajal o al teléfono 628 510 242.
Las tarifas tanto si ves un monumento o los 3 son:
5€ por persona.
Menores de 12 gratuito.
Miércoles gratuito.
Nosotros nos vinimos un poco abajo al ver que no íbamos a poder verlo por dentro, a mí me hacía ilusión, pero bueno... paseamos un poco por las calles, vimos los monumentos por fuera y pasamos un ratín churruscandonos al sol.
Encontramos algo también que nos hizo mucha gracia y nos fascinó al mismo tiempo...
Sip, es un buzón para palomas mensajeras, ¿Cuántos siglos tendrá ese buzón?, yo no sé vosotros, yo en mi vida he usado una paloma mensajera ni conozco a nadie que lo haga.
Lo vimos de casualidad porque está incrustado hacia dentro en la pared, pero nos fuimos con una sonrisa boba por el maravilloso hallazgo.
Tras un par de horas caminando las calles de Grajal hacia arriba, hacia abajo, buscando más cosas que nos llamasen la atención, nos pusimos en marcha de nuevo, esta vez dirección a Almanza, donde habíamos decidido hacer un alto en el camino, ya que está a mitad de viaje entre Sahagún y Riaño, desde luego lo que no esperábamos era descubrir un tesoro!
Pero creo que Almanza que tanto me enamoró se merece su propia entrada, así que...
Nos vemos en un rato!
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