Escapada a Las Catedrales


 

¡¡Hola!!

Hace cuanto que no hacéis una escapada, así de calentón...

Yo, hacía muchísimo, bueno de echo, diría que nunca había hecho una, una de verdad, de ir a conocer sitios y escapar de la rutina y de las 4 paredes de siempre.

Habíamos estado hablando de ir un día a ver el amanecer, a los pericones o a la providencia y el martes dije:

- Va podíamos levantarnos temprano e ir a ver el amanecer, amanece a las 6 y media más o menos.

Como ya habíamos hablado de ello, Iván dijo que sí, pero al rato se le ocurrió algo mejor.

-Sabes que sería mejor que ver el amanecer? ver amanecer en la playa de las catedrales...

y yo...  :O 

-Venga pues vamos!

Y así, sin más, a las 11 y pico de la noche nos pusimos a organizarnos para salir hacia Galicia.

como pollos sin cabeza comenzamos a guardar cosas, no habíamos cenado así que agarramos la maravillosa bolsa-nevera del Lidl que creo que es de las mejores cosas que he comprado en la vida, esa bolsa y la manta de picnic del lidl también. 

Y empezamos a meter todo lo que teníamos por ahí, Iván había hecho su ensalada especial, de miel y frutos secos, que por cierto está que te mueres de rica, hice 4 sandwiches, un par de cervezas, una botella de té, leche, café, azúcar , sacarina y ale, listos!!

Yo por supuesto hice también una bolsa con ropa, toalla y manta, por si las moscas... 

A la 1 y pico de la noche nos pusimos en marcha.

Echamos antes de salir un vistacillo a nuestra maravillosa libreta de viajes, para ver, que podía quedarnos de camino y así ir viéndolo aprovechando bien el viaje.

Decidimos hacer la primera parada en Tapia de Casariego, aunque fuese de noche.

Solo puedo decir que aún viéndola de noche, es espectacular! 

Caminamos el paseo de la playa, que lo tienen muy bonito, pena que al ser de noche y no haber luna apenas podíamos ver nada de la costa. 



Una de las cosas que más nos llamó la atención fue la iglesia con el cristo que se veía desde todos lados, y la verdad creo que si hubiésemos ido de día, no lo hubiéramos visto con tanto esplendor como lo vimos de noche, iluminado.



No estuvimos mucho más allí, porque decidimos volver otro día cuando hubiese luz, así podríamos conocerlo de verdad.

Seguimos nuestro viaje hasta la playa de las catedrales, serían cerca de las 2 y media de la mañana.

Yo como siempre últimamente, estaba muerta de frío y como buena adicta, pa quitarme el frío me apetecía café...en este punto descubrimos el primer error... EL CAMPINGAS! nos lo dejamos en casa, así que teníamos leche pero no podíamos calentarla...

decidimos ir en busca de una cafetería, una gasolinera, una maquina, algo, donde conseguir un café, aunque fuese pequeño, aunque fuese descafeinado y de sobre, ya me daba lo mismo.

Busco en google, y me dice que a pocos minutos hay un café 24h, buah! maravilloso, vamos hacia allí. 

Vaya! que sorpresa! 24h en la luna porque en la tierra estaba cerradísimo!

después de echar 4 pestes, decidimos ir a Foz, que es más grande y quizá hubiese algo abierto...

Llegamos a Foz, todo cerrado, encontramos un bar abierto, con la cafetera limpia, me daba rabia hacer a la chica ensuciarla (y seguro que si llego a preguntar me manda a tomar por culo), le preguntamos a unos chicos que estaban fuera si sabían de alguna gasolinera 24h que tuviesen cafetería o máquina de café, primero nos dejan bien claro que ellos no son de allí que son de Lugo... y después nos dicen que si queremos tabaco que dentro del bar hay maquina...

Iván y yo nos miramos... no queríamos tabaco, queríamos café, pues nada, por más que se lo repetíamos parecía que hablábamos klingon, ellos que si queríamos tabaco... Jajajajaja

Entramos en el bar le preguntamos a la camarera si sabía de alguna gasolinera o maquina o algo, nos manda a hablar con un chico que estaba en la puerta y otra vez, este en vez de oír café o "tabaco" este creía que queríamos alcohol... era imposible explicarle que queríamos café, él estaba empeñado en que nos queríamos pillar un ciego. 

Obviamente, viendo que allí no íbamos a sacar información, nos vamos, mirando atentamente por  cada calle que pasábamos no fuese a haber una maquina o algo.

EUREKA!!!! pasamos por una calle con máquinas expendedoras. había de chuches, de latas, de café... ¿Queréis adivinar cual estaba estropeada de las 4 que había? pues sí...la del café! grrrr.

a Iván se le ocurre que en los hospitales suele haber maquina de café, que por que no vemos si hay alguno cerca, vemos que el hospital de Burela no estaba muy lejos, nos ponemos en camino, riéndonos como imbéciles, porque.... menudos dos indigentes de los cojones, que tenemos que ir a un hospital a ver si tienen máquina de café. Entre risas llegamos allí y nos encontramos con que o bien, nosotros no dimos con la entrada... o aquello era el hospital fantasma. En resumen, que tampoco encontramos máquina allí...

Se nos ilumina la bombilla, Hostia la estación de tren o de bus!! nos acercamos... ¿Queréis adivinar? NADA, NOTHING, ni una puñetera máquina, nada de nada. 

Todo esto sin bajarnos del coche, no visitamos ni un puñetero sitio, yo ya empezaba a estar cansada, me dolía la cabeza... y decidimos volver al parking de las catedrales y cenar de una vez.

Llegamos, después de hacer que le pitasen los oídos a todos los gallegos, porque en que cabeza cabe que no haya ni una gasolinera abierta o con una expendedora de café, ni en la autopista.

nos montamos un campamento improvisado, las dos sillas https://www.lidl.es/es/rocktrail-silla-de-camping/p37969, y el taburete de mesa... jajajajajaja la verdad es que fue una escena chistosa, hicimos lo que pudimos con lo que teníamos, y lo más importante fue que nos echamos nuestras buenas risas.


Cenamos, estuvimos hablando un rato fuera, pero a mí ya me podía el cansancio y el frío, nos metimos dentro del coche a ver un poco netflix y por supuesto yo, me quedé frita, ni amanecer ni amanezor... ains, que desastre.

Cuando ya había amanecido Iván me despertó, para dar una vuelta por la playa y al menos conocer un poco, no haber hecho el viaje en balde.

De camino a las escaleras de bajada a la playa, vimos que había un bar, decidimos acercarnos a ver si de casualidad ya habían abierto. Que suerte la nuestra!! cerrado por reforma... pfff, bajamos a la playa y nada más tocar la arena, empieza a llover... ajajajajajajaja yo no daba crédito, peor suerte imposible  -.- 

Iván da la vuelta al coche a por el paraguas, el súper paragüas verde fluorescente y mientras yo me quedo allí debajo de un pedrolo, admirando a los minimejillones y los minipercebes que por cierto están todas las rocas llenitas! nunca había visto tantos juntos, estaba flipando.

Al fin llega Iván con el paragüas... y deja de llover, ains dios santo jajajajajajajajajajaja.

Comenzamos a caminar la playa viendo las cuevas, cuando de pronto nos damos cuenta de que está empezando la pleamar... su puñetera madre, vamos hasta allí a morirnos de frío, hacer de indigentes y encima sube la marea, parecía una broma de cámara oculta... 

Decidimos no pasar más allá porque para volver iba a ser una movida, así que nada, exploramos lo poquito que pudimos por allí, alguna cueva, 

nos llamó mucho la atención que dentro de todas ellas había troncos o tablones incrustados en los huecos de las paredes, y flipamos con la fuerza con la que debe de arrastralos el mar. 


no pudimos hacer mucho más, y cierto es que no recorrimos mucho trecho de la playa, que nos era imposible, pero salimos de ella con un regustillo agridulce, porque no conseguimos entender porque la gente está tan súper maravilladísima con ella.

Si que es muy bonito y alucinante ver lo que el mar es capaz de hacer en la roca con el paso del tiempo, pero bueno, tampoco nos pareció tan, tan como la gente la pinta. Aunque tendremos que volver en mejores condiciones y menos "accidentados" para caminarla entera y poder ver realmente lo maravillosa que se supone que es.

Bueno, después de salir de la playa fuimos a caminar  un poco por el paseo que la bordea y acercarnos a los miradores a echar un par de fotos, en el primer mirador hay una cala chiquitina, donde alguien se había estado entreteniendo poniendo piedras unas encima de otras por tamaños, había unos cuantos montoncitos.


Yo, como no, no me pude resistir y cogí "alguna" piedrina que me gustó, de recuerdo.


Decidimos terminar esa parte del viaje, volver al coche e ir en busca del ansiado café!

Nos acercamos hasta Ribadeo y paramos en la primera cafetería que vimos, no voy a poner nombre, pero....ufff, HO-RRI-BLE, café con sabor a requemao y un croissant que parecía de cartón, no sabía a nada y encima por dentro estaba HUECO! pero a ver, vosotros cuando habéis visto un croissant hueco por dentro? yo en la vida, hasta ese día... 

Salimos de allí corriendo, nos montamos en el coche y nos pusimos camino a Isla Pancha con el regustillo amargo del café.

Allí si conseguimos disfrutar un poco de la costa y el paisaje, aunque estaba nublado y tiraba bastante aire, paseamos un buen rato. 



Hay una estructura muy bonita con aspecto de farolillo que creemos que hace la función de mirador... porque si no, no entendimos muy bien que hacía allí, aparte de hacerte pasar frío porque fuera tiraba el aire, pero dentro del farol lo notabas el doble jejeje.



Después de unas cuantas fotos y disfrutar un poco de la brisa marina matutina, 


nos volvimos a poner rumbo a casa. 

Iván se acordó que Puerto Vega nos quedaba cerca, así que nos acercamos hasta allí para conocer un poco.

Aquí si quedé maravillada, Puerto Vega es un pueblin marinero precioso, 

en el que podemos encontrar la casa mortuoria de Jovellanos, 

aparte de otras casas antiguas preciosas,  


hicimos un trocito de la senda costera de Navia, pudiendo ver Puerto Vega en todo su esplendor desde una posición privilegiada, disfrutando también de su costa. 




Nos fijamos en una casa que en la fachada tenía una recreación de lo que creemos es una imagen de Moby dick , 

en  la subida hacia la senda encontramos diferentes antigüedades como cañones, anclas o la torre de un barco.  La verdad es que es un sitio con mucho encanto.


Tras el largo paseo por Puerto Vega nos pusimos rumbo a Cudillero, a la playa del silencio, yo nunca había estado, pero seguro que voy a volver.

sinceramente si pensase en La carretera que sube hasta donde comienza la bajada a la playa no volvería jamás, ¿Cómo una carretera que es tan transitada, (porque la playa del silencio es conocida), está en unas condiciones tan deplorables? llena de huecos, baches, los matos lleguen en algunos sitios a ocupar casi un cuarto del carril... bueno...

La playa! 


 


 
                                                                        es una playa preciosa, 


es de piedra no hay ni gota de arena, para mí, fan de llevarme piedras de allá donde voy, es una putada Jajajajaj, me gustaban todas, así subí de la playa que tuve que hasta cargar a Iván con piedras JAJAJAJAJA. 

El sonido mágico de la playa está precisamente en que sea de piedra, las olas llegan rompen en la orilla y cuando se van arrastran las piedras y crean un sonido único, que si lo sumamos a que la playa es circular y está metida en una vega, hace eco y te maravilla. Estuvimos un buen rato allí paseando y sentados simplemente viendo el mar. 
Surgió entonces la idea de ir a conocer el museo de las anclas al aire libre en Salinas y pues ale, ¿Porqué no? a Salinas.

Pasamos por allí lo que nos quedaba de tarde, viendo las anclas, 

viendo el increíble busto de Jacques-Yves Cousteau que está anclado a una roca, disfrutando de la brisa marina 

y como siempre admirando las construcciones. 

Hay dos casas en concreto en la calle Bernardo Álvarez galán que son una maravilla, una está prácticamente en ruinas pero  es preciosa, tiene una entrada y un balcón cerrado dignos de admirar y un jardín....dios mío que jardín!!!!!

 justo al lado hay otra cuadrada muy grande de ladrillo visto rojo con una cenefa blanca, preciosa, esta no es una casa que digas uff que bonita! pero tiene algo...tiene un algo, que llama mucho la atención.

 Buscando encontré que ambas datan de los años 30, la primera de 1930 la segunda de 1938 y la última vez que fueron reformadas fue en los 50. Aunque me dá la sensación de que la segunda ha recibido algún que otro retoquillo.

(pena que no eché ni una foto... ya estaba muy cansada, la neurona me patinaba)

Y aquí dimos por finalizada nuestra aventura-desventura en busca del café gallego que ye más difícil de encontrar que los gamusinos, el amanecer que no vi... y todas las playas de la costa de Asturias a Lugo jajajajaja.

Recordad respetar los montes, caminos, ríos y a sus habitantes.

Nos reímos en la próxima!


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